Compasivos
Al lado oriental del Mar de Galilea se encontraba la región de Gadara, en donde vivía un endemoniado. Una persona que estaba encadenada espiritualmente, con el alma atada por muchos demonios, muy probablemente por consentimiento propio en algún momento de su vida.

"Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas."
-Marcos 5:1-3
Una decisión equivocada que lo asfixiaba a él, pero también a los moradores de la región, quienes tenían que aguantar la molestia de ver constantemente a un hombre sucio, herido, desnudo y que inquietaba a la gente de los alrededores con sus gritos. En varias ocasiones quisieron poner remedio al problema intentando aprehenderlo, pero sin éxito.
"Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras."
-Marcos 5:4-5
Ese hombre, que representaba una verdadera molestia para todos, para Jesús fue un recipiente de compasión y amor. Ese al que nadie quería, Jesús lo quería.
“Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.”
-Marcos 5:6
Hay personas a nuestro alrededor a las que consideramos difíciles o poco dignas, pero el Señor Jesús nos enseña que esas personas son las que más necesitan de Él.


1 Comment
Gracias ? por compartir. Y....el pecado también nos aprisiona en un mundo ? de desprecio y humillacion. Bendiciones. ?