Perseverar
La Palabra de Dios tiene mucho que enseñarnos acerca de la perseverancia. A lo largo de las Escrituras encontramos una verdad constante: aquellos que perseveran heredarán el reino de Dios y Sus promesas.
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.”
-Apocalipsis 2:7

Vencer significa mantenerse fiel, constante y obediente a cada consejo que de Dios nos da en Su Palabra. Perseverar viviendo cada día conforme a Sus mandamientos, aplicándolos en nuestra vida diaria hasta el día en que el Señor nos llame a Su presencia. El apóstol Pablo nos exhorta a poner en práctica el Evangelio constantemente.
“Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.”
-Colosenses 1:23
La perseverancia, unida a la humildad y a la verdad, caracteriza al verdadero creyente nacido de nuevo. Jesús mismo declaró en Juan 8:31:
“Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.”
Y en Romanos 2:7 se nos recuerda la recompensa eterna de perseverar:
“Vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad.”
Santiago también nos anima:
“Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.”
Y en Romanos 2:7 se nos recuerda la recompensa eterna de perseverar:
“Vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad.”
Santiago también nos anima:
“Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”
-Santiago 1:25
El mensaje es claro: el cristiano que persevera en la piedad y en la obediencia a Dios es bendecido. Cuanto más perseveramos en la fe, más fortaleza y bendición recibimos de Él, lo que nos impulsa a seguir firmes.
Finalmente, el Salmo 19:11 nos recuerda:
“Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.”
El salmista nos enseña que hay una gran recompensa en perseverar en los caminos del Señor: paz en el corazón, una conciencia limpia y un testimonio que habla más fuerte que muchas palabras.
Que el Señor nos conceda la gracia de perseverar firmes hasta el fin, confiando en Su fidelidad y descansando en Sus promesas.
Finalmente, el Salmo 19:11 nos recuerda:
“Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.”
El salmista nos enseña que hay una gran recompensa en perseverar en los caminos del Señor: paz en el corazón, una conciencia limpia y un testimonio que habla más fuerte que muchas palabras.
Que el Señor nos conceda la gracia de perseverar firmes hasta el fin, confiando en Su fidelidad y descansando en Sus promesas.
"La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón."
-Salmos 19:7-11
El salmista nos enseña que hay una gran recompensa en perseverar en los caminos del Señor: paz en el corazón, una conciencia limpia y un testimonio que habla más fuerte que muchas palabras.
Que el Señor nos conceda la gracia de perseverar firmes hasta el fin, confiando en Su fidelidad y descansando en Sus promesas.
Que el Señor nos conceda la gracia de perseverar firmes hasta el fin, confiando en Su fidelidad y descansando en Sus promesas.

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