Permanecer nos vivifica
En el último año, mi familia y yo hemos pasado por pruebas, batallas, situaciones adversas y dolor. A veces soportable, otras veces parecía insoportable. Buscaba respuestas en Dios, pero muchas veces encontraba silencio.

Hace una semana vi un video sobre el nacimiento de un pollito, y esa imagen dio vueltas en mi cabeza. Nacer duele, no solo a los seres humanos, sino a toda criatura. Recordé que años atrás presencié el nacimiento de varias aves de distintas especies, y comprendí que desde el proceso de incubar los huevos hasta verlos dar sus primeros pasos, todo es un reto. Entonces pensé: ¿por qué no podía ayudarles a romper el cascarón para que nacieran?
Dios no tardó en responderme y trajo a mi memoria el siguiente pasaje de la Biblia:
Dios no tardó en responderme y trajo a mi memoria el siguiente pasaje de la Biblia:
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”
-Salmos 46:10a
En medio de la prueba, ¿Dios nos necesita? No.
“…porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.”
-Mateo 6:8b
A veces en la vida necesitamos atravesar momentos de dificultad, como aquel pollito que debía salir del cascarón por sí mismo, sin que nadie interviniera. Así también nosotros debemos dejar que Dios, en su infinita sabiduría, nos abrace, nos guíe y nos lleve a esperar en Él, en Su tiempo y voluntad.
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
-Isaías 41:10
Somos nosotros quienes debemos desarrollar nuestra fe, constancia, fortaleza y carácter. En medio del dolor hemos de buscar a Aquel que nos cubre y protege bajo Sus alas, para luego, como el pollito, sobrevivir y vivir conforme a los planes de Dios.
Habrá momentos y situaciones que nos provoquen dificultad, dolor y angustia, al punto de pensar: no voy a poder lograrlo. Pero no es en nuestras fuerzas, sino confiando en Aquel que sabe lo que viene mañana. Ese esfuerzo, acompañado de fe, es lo que nos permitirá resistir y mantenernos firmes en lo que viene, aferrándonos a Dios para enfrentar nuestras batallas.
Rendirnos nos aleja, pero permanecer nos da vida.
Habrá momentos y situaciones que nos provoquen dificultad, dolor y angustia, al punto de pensar: no voy a poder lograrlo. Pero no es en nuestras fuerzas, sino confiando en Aquel que sabe lo que viene mañana. Ese esfuerzo, acompañado de fe, es lo que nos permitirá resistir y mantenernos firmes en lo que viene, aferrándonos a Dios para enfrentar nuestras batallas.
Rendirnos nos aleja, pero permanecer nos da vida.
“Por la mañana hazme oír Tu misericordia, Porque en Ti confío; Enséñame el camino por el que debo andar, Pues a Ti elevo mi alma. Líbrame de mis enemigos, oh SEÑOR; En Ti me refugio. Enséñame a hacer Tu voluntad, Porque Tú eres mi Dios; Tu buen Espíritu me guíe a tierra firme. Por amor a Tu nombre, SEÑOR, vivifícame; Por Tu justicia, saca mi alma de la angustia.”
-Salmo 143:8-11

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