Disfruta la bendición de Dios
Vivimos en un mundo agitado, un mundo consumista y materialista, donde hay gente que vive trabajando para conseguir una mejor calidad de vida, el dispositivo más reciente, la casa en la mejor zona, el vehículo ultimo modelo, el ascenso en el trabajo, la mejor oportunidad de negocio etc… No estoy diciendo que esto sea malo, pero podemos caer en la trampa de trabajar tanto por mejorar nuestra calidad de vida que no podemos disfrutar de la vida misma ni ver a Dios en ella.
En Eclesiastés capítulo 6:1-2 Salomón menciona que ha visto un gran mal, dice que hay personas que han logrado conseguir las cosas materiales que desean, pero no pueden disfrutar de ellas.
El sabio Salomón comparte desde su experiencia y observación:
El sabio Salomón comparte desde su experiencia y observación:
“He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.”
-Eclesiastés 5:18
También dice:
“Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras son agradables a Dios. Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol. Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.”
-Eclesiastés 9:7-10
La idea para pensar es que disfrutemos cada instante que Dios nos da de vida, compartamos con nuestras esposas e hijos, alegrémonos de la compañía de familiares y amigos, disfrutemos del fruto de nuestro trabajo entendiendo que “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces” (Santiago 1:17)
Reconozcamos que todo lo que tenemos viene de Dios y aprovechémoslo con un corazón agradecido y compartido.
Reconozcamos que todo lo que tenemos viene de Dios y aprovechémoslo con un corazón agradecido y compartido.
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